23/03/2018. "PONGAMOS MUROS AL RACISMO"
En un contexto histórico en el que los
fundamentalismos emergen con fuerza bajo formas de xenofobia y racismo
institucional, y se pretende imponer el pensamiento único como
modelo de plenitud y éxito de lo humano, la interculturalidad es imprescindible
para cambiar la globalización y su mandato hegemónico, que es fuente de
desigualdades que fracturan lo humano, las culturas, las religiones y la
convivencia.
Porque ser humano hoy se vive de forma
distinta según se pueda comer o no comer, circular libremente por el
mundo con un visado sin ningún problema, o alcanzando la muerte en cualquier
frontera en el intento de cruzarlas o terminando en el infierno de la trata.
La dignidad humana es un valor inherente
a nuestra condición de seres humanos que supone ser reconocidos como iguales
por parte de las instituciones y por parte de todos los integrantes de la
sociedad. Supone ser respetados y valorados íntegramente sin distinción de
color de piel, género, origen étnico, condición social u orientación sexual.
Autonomía, libertad y responsabilidad son los valores esenciales que sustentan
nuestra dignidad humana y constituye nuestro valor más íntimo y nuestro legado
más valioso para las generaciones presentes y futuras.
Los pueblos exigimos a Europa el establecimiento
de rutas seguras para los cientos de miles de personas obligadas a
abandonar sus hogares. Frente a esta exigencia de solidaridad, la Unión Europea
se fortifica, intensificando sus políticas represivas hacia las personas
migrantes, violando los derechos humanos y sus obligaciones internacionales.
Por cada valla, cada muro, una mafia abusa y se lucra con lo poco que les queda
a los que llegan a nuestras fronteras.
Nuestra frontera Sur, Turquía y Libia se
están convirtiendo en escenarios de una desigual y cruenta guerra contra
quienes se ven forzados a migrar. Los acuerdos con terceros países de
deportación y control fronterizo frente al desplazamiento de personas
afectan, no ya al derecho de libertad de movimiento, sino al propio derecho de las
personas de salir de sus países. Con ello financiaremos cárceles-estados de
miseria, persecución y guerra desde esta Europa de la Vergüenza y promotora de
racismo.
Somos los pueblos europeos los que
decimos NO, A ESTA EUROPA FORTALEZA. Queremos derrumbar los muros de
insolidaridad e injusticia que ha levantado esta Europa sin nuestro permiso.
Queremos derrumbar los muros que se ponen a migrantes y refugiados que no paran
de alimentar estas políticas y discursos racistas y xenófobos. Ya conocemos la
historia y no queremos que se repita. Por ello le decimos a los gobiernos de la
Europa Fortaleza:
-Garanticen vías legales y seguras
con corredores humanitarios y derecho al asilo.
-Implementen políticas de acogida que
garanticen la dignidad de las personas migrantes.
-Tengan un papel más activo en la
resolución de conflictos de forma pacífica y prohiban el comercio de armas a
países en los que se violan los Derechos Humanos.
-Pongan fin a los discursos, medidas y
actitudes denigrantes, racistas y xenófobas contra las personas refugiadas y
migradas.
¿En qué tiempos vivimos en los que
tenemos que salir a las calles a reivindicar lo obvio?
Es imposible poner puertas al mar. Pero
cada vez es más urgente e inaplazable que entre todos: "PONGAMOS
MUROS AL RACISMO"
Valladolid a 23 de marzo de 2.018