20/03/2015. “Por un estado de derecho también en Frontera Sur”
Desde la última vez que
nos concentramos en este mismo lugar, las tragedias se han ido sucediendo sin
que los medios de comunicación se hicieran eco de la realidad a la que día tras
día se enfrentan cientos de personas. Desgraciadamente, y cada vez más, el
intento de emigrar se está convirtiendo en una “aventura de alto riesgo”, llena
de violencia y de muerte.
Recordamos cómo el 30 de
enero, día en el que se celebraba la jornada por la paz, morían 21 personas
tras el naufragio de una patera cerca de Melilla. Días después, el 9 de
febrero, eran más de 300 los muertos en cuatro barcazas cerca de las costas de
Italia. Al día siguiente, 10 de febrero, la policía marroquí quemaba y desalojaba
violentamente a los emigrantes acampados en el monte Gurugú, al otro lado de la
verja de Melilla. Se llevaron a centenares de personas inmigrantes y posibles
solicitantes de asilo en buses con destino desconocido. Entre los detenidos
había heridos, mujeres y niños, que actualmente se encuentran repartidos en
centros de detención en varias ciudades del sur de Marruecos y junto a la
frontera de Argelia.
El Parlamento Europeo
durante el 2014 denunció la ilegalidad de las devoluciones en caliente; ahora
es la ONU quien saca los colores a España. El Consejo de Derechos Humanos
cuestiona el aumento de las expulsiones y violencia de los inmigrantes sin
papeles al pie de la valla
en Ceuta
y Melilla y el uso monstruoso de la fuerza en
los menores no acompañados. Según las últimas noticias, se calcula que hay más
de 400 jóvenes que deambulan por las calles de Melilla, sobreviviendo, sin que
la ciudad autónoma ejerza la tutela que marcan las leyes españolas, y siendo
ilegal la expulsión a Marruecos de aquellos que superan los 18 años de edad cumplidos
en la ciudad. La ONU también denuncia las situaciones de hacinamiento en que
viven inmigrantes retenidos en los centros para extranjeros pendientes de
expulsión, así como las condiciones que soportan de ausencia de información,
servicios sociales, médicos o asistencia jurídica.
España se define como un
Estado de Derecho, donde toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado
que le asegure, así como a su familia, la salud, el bienestar, y en especial la
alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios
sociales necesarios….”. Entonces, ¿qué pasa en la Frontera Sur? ¿Dónde está el
derecho de asilo? ¿Dónde han quedado los derechos humanos?
Como nos dice el papa
Francisco “¡No podemos permanecer
indiferentes ante estas tragedias! Se puede hacer más, los Estados pueden hacer
mucho más, si tienen voluntad. Y desde aquí la pedimos, la exigimos. Algún día,
la historia nos juzgará por nuestra insensibilidad: la técnica y la medicina
son capaces de hacer milagros, pero los pobres siguen muriendo a la puerta de
nuestra casa”
Desde este círculo de
silencio en el que nos concentramos, nos sumamos a estas afirmaciones, reivindicamos
un estado de derecho, aquí en Valladolid y en Frontera Sur, para toda la
ciudadanía y en especial para todos aquellos que sueñan con una vida digna.